El presidente ruso Vladimir Putin reconoció este lunes en una declaración televisada la independencia de las regiones separatistas prorrusas del este de Ucrania, una decisión denunciada por occidente que agrava la crisis entre ambos países.

Además, Putin firmó «acuerdos de amistad y ayuda mutua» con las regiones separatistas prorrusas y reclamó a Ucrania el cese inmediato de las «operaciones militares».

«En cuanto a los que han tomado el poder en Kiev y lo mantienen, exigimos que detengan inmediatamente las operaciones militares, de lo contrario, toda la responsabilidad de un mayor derramamiento de sangre recaerá sobre la conciencia del régimen en territorio ucraniano», dijo al final de un largo discurso televisado.

La decisión del jefe del Estado ruso responde a la petición que un poco antes este lunes le habían hecho los dirigentes de estos dos territorios mineros e industriales enfrentados con Kiev: la República Popular de Donetsk, Denis Pushilin, y Leonid Pasechnik, de la República Popular de Lugansk.

Según la presidencia rusa, Putin informó de su decisión a su homólogo francés, Emmanuel Macron, y al jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz, mediadores en el conflicto, quienes, según el Kremlin, «expresaron su decepción».

En ocho años, la guerra entre Kiev y los separatistas, apoyados por Moscú, ha dejado más de 14.000 muertos. Un reconocimiento ruso de los separatistas pondría fin al proceso de paz resultante de los acuerdos de Minsk de 2015, firmados por Rusia y Ucrania bajo mediación franco-alemana, que pretendía precisamente la devolución de esas zonas a la soberanía ucraniana.

Las tensiones entre Rusia y Ucrania se elevaron nuevamente este lunes luego del cruce de acusaciones que intercambiaron Moscú y Kiev. El Kremlin denunció al Ejército ucraniano por haber disparado contra un puesto fronterizo ruso, algo que los ucranianos rechazaron.

Luego de esto, Putin dijo que su país enfrenta una amenaza «seria y muy grande» en Ucrania. En ese sentido, y ante los temores de una guerra, la diplomacia europea se moviliza para tratar de lograr una cumbre entre Putin y Biden. Sin embargo, el Kremlin enfrió este lunes esa posibilidad.

Entre tanto, Estados Unidos aseguró este domingo que Rusia puso en marcha su «manual» para invadir Ucrania, y advirtió de que esa agresión podría ser inminente porque, según la inteligencia estadounidense, el Kremlin ya ha dado la orden de atacar.

Además, información de inteligencia de Estados Unidos sugiere que cualquier invasión rusa de Ucrania emplearía una estrategia particularmente brutal para «aplastar» a la población civil.

A pesar del rechazo internacional por su decisión de reconocer la independencia de las regiones separatistas, Putin ordenó a su ejército entrar en estos territorios para «mantener la paz», desafiando las amenazas de sanciones de Occidente en una jugada que puede desatar una guerra con Kiev.

Ante la situación, el Consejo de Seguridad de la ONU anunció una reunión esta misma noche, algo muy inhabitual no solo por las horas nocturnas sino por la premura de su convocatoria. Ucrania fue la primera que solicitó que se reunieran urgente, y luego Estados Unidos y sus aliados se sumaron a la petición.