En Mocoa no tenemos que ir muy lejos para ver espesos árboles de una altura promedio de 8 metros cargados de racimos de uva caimaron que siguen creciendo porque se aproxima la cosecha.

Cuando hablamos de la cosecha de este fruto amazónico, se nos humedece los labios deseosos de sentir el sabor único de la uva caimaron, tomar un buen vino o preparar mermeladas.

Considerando que la anterior cosecha no fue cumplio las expectativas para los lugareños que la cultivan, comercializan y la protegen para su consumo personal; en esta cosecha algunas personas se muestran motivados porque hay arta producción como se observa en esta imagen.