La mayor parte de la zona por donde paso la avalancha del 31 marzo 2017, hoy se cubre de maleza apagando las esperanzas de muchas personas, hay quienes no quieren abandonar su vivienda así no estén en buen estado, se resignan a vivir en medio de necesidades y el peligro.
Las ayudas humanitarias cada vez más se agotan, el desempleo aumenta y los ofrecimientos del estado no se cristalizar con agilidad.
En barrio San Miguel la tarde de este 30 de noviembre, algunas familias entablaban conversaciones llenas de nostalgia al ver cómo pasa el tiempo y la reconstrucción de Mocoa no se ve.
Más tarde en horas de la noche los dolientes de las personas que murieron y desaparecieron en la avalancha se concentraron en el redondel del indio a encender una vela como símbolo de vida y esperanza.