La escalada de precios e inflación histórica que alcanzó Colombia para el cierre de 2022, con el 13,1 % que reveló ayer el Dane, ha detonado que, en el inicio del nuevo año, el popular ‘corrientazo’, uno de los productos básicos para el almuerzo de muchas personas se haya disparado, incluso más que este índice.

En ciudades capitales como Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena, Cúcuta, Bucaramanga o Santa Marta se han visto en el inicio de 2023 alzas de entre $ 1.000 a $ 3.000 en el plato más popular para los almuerzos de trabajadores en Colombia, provocando que su valor oscile en un promedio de $ 15.000 e incluso en cifras mayores como en la capital de la República.

En la primera semana de 2023 el alza del ‘corrientazo’, pero también en desayunos, muestra cómo la inflación sigue golpeando el bolsillo de los colombianos.
Suponiendo que una persona por sus ocupaciones o preferencias decidiera comprar un ‘corrientazo’ cinco días a la semana en un mes de cuatro semanas sin festivos, estaría gastando cerca de $ 300.000 solo en sus almuerzos, lo que representa más del 25 % del salario mínimo mensual de un colombiano para 2023.