El pasado 26 de septiembre varias ciudades del interior de Brasil como Ribeirão Preto, Sao Paulo, Franca, Gales y Presidente Prudente fueron afectadas por un inusual fenómeno natural: una tormenta de arena rojiza que, según el Instituto Nacional de Meteorología brasileño, se puede deber a la temporada de sequía que atraviesan algunos estados.

“Estábamos teniendo días muy calurosos y secos, las rachas de viento que, según el aeropuerto local de Ribeirão Preto, alcanzaron los 92 kilómetros por hora (km/h) favorecieron a la expulsión del polvo del suelo y la ola de calor impulsó el calentamiento, con una humedad inferior al 20 %. Así que todo este entorno seco ayudó a que se diera este fenómeno”, explicó Andrea Ramos, del Instituto Meteorológico, a ‘Agencia Brasil’.

El fenómeno fue captado por algunos habitantes que no podían creer lo que estaban viendo: una densa nube rojiza, que se asemejaba a una escena apocalíptica, se venía acercando a comercios y hogares a una gran velocidad.

El desconcierto se apoderó de algunos habitantes que corrieron por las avenidas buscando refugio de la tormenta.

Algunos locales comerciales tuvieron que cerrar y la policía determinó el cierre parcial de algunas carreteras para salvaguardar la integridad de los habitantes en algunas ciudades del estado de Sao Paulo.

La situación es crítica en algunas ciudades de Brasil a causa de la sequía, pues se encuentran con racionamiento de agua potable.

Ante la situación del pasado domingo, se aconsejó utilizar el líquido sabiamente y no desperdiciarlo limpiando la arena que había ingresado en algunas residencias y locales comerciales.

“Sabemos que el evento atípico de hoy (domingo) ha traído una gran cantidad de polvo y hollín a los hogares. Pero el municipio está atravesando un periodo de grave sequía, con rotación en el suministro de agua. Es necesario que todo el mundo utilice el agua de forma consciente, sin malgastarla”, mencionó un comunicado la Compañía de Saneamiento Básico de Sao Paulo.

En la ciudad de Franca la situación también es compleja al presentar un déficit hídrico que ha ocasionado cortes en el servicio de agua y periodos de racionamientos desde el 2 de septiembre.

Se espera que el mes de octubre sea un mes lluvioso y se supere la época de sequía.

Por su parte, Ramos explicó que no es probable que se repita una nueva tormenta de arena debido a la posible temporada de lluvias.

“Luego de la tormenta de arena se registraron varios puntos de lluvia, no solo en Sao Paulo sino también en Minas Gerais (…) El pronóstico es de lluvias. Sobre todo en octubre, considerado un mes lluvioso, no habrá un ambiente que favorezca nuevamente este fenómeno”, explicó al medio local.

 

 

Fuente: El Tiempo