El empresario samario Enrique Vives Caballero, conductor de la camioneta que arrolló a siete personas en el sector de Gaira, se encuentra recluido en una clínica de Santa Marta, tras presentar quebrantos de salud.

A pesar de que su abogado expuso que Vives no estaba en condiciones físicas ni mentales para acudir ante un juez, la audiencia se inició pasada la medianoche.

En el procedimiento judicial se legalizó la captura del empresario, de 40 años de edad, y posteriormente se suspendió ante la apelación de la defensa.

Enrique Vives este martes amaneció en una clínica de la ciudad donde es valorado por galenos. Dada su condición de privado de libertad, también se encuentra custodiado por agentes de la Policía.

Según el informe médico, Vives Caballero tiene síntomas de insomnio y dificultad para conciliar el sueño, deshidratación leve, gastritis aguda y dolor abdominal, así como una leve contusión en el labio superior que sufrió cuando se estrelló en su camioneta.

Los familiares de las seis víctimas temen que el abogado del empresario logre la dilación del proceso y recupere la libertad.

El abogado Rodrigo Martínez, representante de la familia Romero Troncoso que perdió a dos hijos, dijo que han solicitado el acompañamiento de la Procuraduría para que garantice la máxima transparencia en esta caso y que las decisiones que se tomen sean ajustada a la magnitud de la tragedia ocasionada.

“No podemos hablar de un simple homicidio culposo. Aquí fueron seis vidas jóvenes que se perdieron no solo por conducir en estado de alicoramiento, sino también a una velocidad excesiva, lo cual merece una condena ejemplarizante, para que un hecho similar no se repita jamás”, dijo

El jurista dijo que la familia lo único que aspira es a que haya justicia y que el empresario responda por su conducta que les ha causado un dolor insuperable. El día de hoy se debe reanudar la audiencia para que se formule la imputación de cargos y la medida de aseguramiento.

El abogado de las víctimas asegura que, ademas del delito de homicidio culposo, debe considerarse un dolo eventual, que daría una condena mucho más severa al responsable.

La juez que debe definir la hora de la diligencia podría desplazarse a la clínica para continuar con el proceso o desarrollarla de forma virtual.

 

Fuente: El Tiempo