Las comunidades de El Carmen, Convención, Teorama y Tibú denunciaron que 2.564 niños no han asistido a una sola clase durante este 2022.

Francisco José es un niño de 12 años y el deseo de convertirse en médico veterinario lo hace recorrer por dos horas, todos los días, el camino pedregoso desde la finca en la que vive hasta la escuela rural en la que cursa quinto grado de primaria.

Pero desde hace 9 meses su bicicleta se oxida en uno de los rincones del caserón de tapia y tejas de barro, todo porque el recrudecimiento de la guerra en su vereda no le permite ir a la escuela.

“Una vez iba a estudiar con mis otros dos amiguitos, íbamos apostando carreras cuando de pronto sentimos que empezaron a disparar. Lo único que hicimos fue tirarnos al piso y nos devolvimos, porque después los guerrilleros empezaron a correr por la montaña”, dijo Francisco José