En lo que va del año, 160.690 inmigrantes han cruzado por la selva del Darien, en Panamá, buscando llegar a Estados Unidos; esta cifra supera por un 20% la del año pasado, en el que cruzaron 133.000 personas. Se estima que 20.000 de ellos son niños, y en ocasiones, llegan sin sus padres.
El ministro de seguridad de Panamá, Juan Pino, confirmó la cifra de inmigrantes, de los cuales la mayoría son de origen venezolano, y en menor medida cruzan haitianos, ecuatorianos, asiáticos y africanos.
«Se han vuelto aún más vulnerables y no pueden satisfacer sus necesidades básicas», por lo que «están recurriendo a peligrosos cruces a través del Darién en busca de una vida mejor, seguridad y estabilidad», señaló Giuseppe Loprete, jefe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Panamá.
Las causas de que utilicen estas peligrosas rutas, como el Darién, está relacionado al cambio de los marcos migratorios en diferentes países que ahora exigen visados, según menciona la directora regional de la federación Internacional de la Cruz Roja para América, Martha Keays.