Un caso de ‘blasfemia’ tiene alarmada a la comunidad hindú en Pakistán. Hace un mes, un pequeño de ocho años estuvo una semana en la cárcel por orinar la alfombra de una biblioteca con libros sagrados para los musulmanes.

Aunque el pequeño fue dejado en libertad, se encuentra bajo custodia policial y enfrenta cargos de ‘blasfemia’ que podrían desencadenar en la pena de muerte.

Desde entonces, muchas familias hindúes han huido de sus hogares por temor a las represalias. De hecho, cuando se supo que el niño fue dejado en libertad una multitud musulmana incendió un templo hindú.

‘The Guardian’ recogió el testimonio de uno de los familiares del menor, quien aseguró que el pequeño está confundido y no entiende por qué lo  retuvieron.

“Él ni siquiera está al tanto de tales problemas de blasfemia… Todavía no comprende cuál fue su crimen y por qué lo mantuvieron en la cárcel durante una semana«, mencionó al medio citado.

Además, manifestó que la comunidad está asustada y muchos han abandonado sus trabajos.

“Hemos dejado nuestras tiendas y nuestro trabajo, toda la comunidad está asustada y tememos una reacción violenta. No queremos volver a esta zona. No vemos que se tome ninguna acción concreta y significativa para proteger a las minorías que viven aquí «, concluyó.

Pese a eso, las autoridades musulmanas destacan que desde la quema del templo se capturó a 20 personas.

Imran Khan, primer ministro de Pakistán, rechazó los actos de violencia y ordenó tomar medidas contra las personas intolerantes. Además, se comprometió a restaurar el templo.

Según ‘The Guardian’, Kapil Dev, activista de derechos humanos, reprochó las acusaciones contra el menor y exigió que se le retiraran los cargos. Asimismo, explicó que la violencia contra los hindúes ha incrementado en los últimos años.

“Exijo que se retiren inmediatamente los cargos contra el niño e insto al gobierno a brindar seguridad a la familia y a los que se ven obligados a huir”, resaltó.

 

Fuente: El Tiempo