El proyecto radicado en la Cámara busca que se le garantice la seguridad alimentaria a los que ganan menos de dos salarios mínimos.

 

En pocos días se reanudan sesiones del Congreso y ya comienzan a llegar proyectos nuevos para su discusión. Entre ellos, este lunes se radicó una iniciativa que promete ir a la par del fuerte debate de la reforma laboral. De la autoría de los representantes María Fernanda Carrascal y Juan Carlos Losada, la iniciativa pretende crear una especie de subsidio de alimentación para los trabajadores.

 

La propuesta pretende crear el Beneficio de Alimentación al Trabajador (BAT) y sería incluido entre la carga prestacional que debe asumir por ley los empleadores. De acuerdo con los autores de la iniciativa, se “busca asegurar el acceso a los trabajadores y a sus familias a alimentación adecuada como un beneficio social y con el objetivo de mejorar las condiciones nutricionales, fortalecer la salud y reducir el ausentismo laboral”.

 

Estos justifican su propuesta en que cerca del 51% de los colombianos están en situación de seguridad alimentaria marginal, de acuerdo con cifras del Programa Mundial de Alimentos. Para los congresistas, esto viene a agravarse en el país con una creciente inflación que “reduce la capacidad adquisitiva”.

 

Para los proponentes, esta situación es tan alarmante que consideran que los empleadores deben colaborar par hacerle frente. Por eso incluyeron en el articulado de la iniciativa que el beneficio de alimentación consistirá en dos ayudas: beneficio de alimentación para el trabajador y un auxilio para la niñez temprana.

 

Este beneficio prestacional sería principalmente para los que ganan menos de dos salarios mínimos, pero el texto deja abierta la propuesta para que se extienda a los que las empresas consideren más allá de este piso básico. También se deja constancia que los que ganan menos de un salario mínimo debido a que su contrato tiene jornadas laborales distintas, de igual manera se deberá pagar este subsidio de forma proporcional al tiempo trabajado.

 

El beneficio de alimentación, de llegar a ser aprobada esta propuesta, podría ser pagado de tres maneras distintas: la primera es la instalación de comedores operados por las empresas, el segundo es uso de restaurantes por parte de terceros en el lugar de trabajo o en zonas cercanas y la tercera es la entrega de un bono de alimentación con cupones, tarjetas o similares.

 

El texto radicado este lunes deja claro que este subsidio no podría pagarse en efectivo para que de ninguna manera se considere que hace parte del sueldo. Aunque se abre la posibilidad de que en algunas zonas se pueda pagar con vales de papel, ante la ausencia de algunas tecnologías. “No constituye salario en especie para ningún efecto legal. No hace parte de la base para liquidar aportes parafiscales y será tratado como un gasto laboral”, se puede leer en el proyecto de 17 artículos.

 

Otro de los elementos expresos en el articulado es que este beneficio no puede ser menor a tres Unidades de Valor Tributario (UVT) -este año la unidad equivale a 42.412- y no puede ser mayor a los 7 UVT. También se deja consignado que debe crearse los mecanismos para que estos bonos no puedan ser vendidos por dinero en efectivo y tampoco sean usados para compra de licores o cigarrillos.

 

En cuanto al auxilio a la niñez temprana, el proyecto deja claro que esta ayuda será para los primeros 18 meses de vida. Otro elemento del que se deja constancia es que esta ayuda no dependerá de los números de hijos que se tengan, sino que su monto será igual en cualquier caso.

 

Fuente consultada:El Espectador