Un desesperado pronunciamiento realizo el gobernador de Nariño, John Rojas, ante la emergencia que provoca el prolongado invierno en el municipio de Ancuyá, donde las autoridades enfrentan el gran desafío de reubicar a un corto plazo a 230 familias en zonas de alto riesgo.
dentro de los planes de urgencia incluye, además, la reconstrucción de seis acueductos veredales y más de diez puentes.
entre otras calamidades , la localidad se encuentra prácticamente aislada con el resto del departamento, solo la vía que conduce al vecino municipio de Sandoná está por ahora habilitada, pero con el gran temor de que también sea cerrada por el gran número de derrumbes que se han registrado desde hace más de dos meses.
El estado actual de la carretera que de Ancuya conduce al municipio de Linares es deplorable, a las aguas de varias quebradas se suma la gran cantidad de piedras, lodo y árboles que impiden el paso de toda clase de vehículos, por lo que será necesario iniciar los estudios correspondientes que permitan su pronta rehabilitación.
El primero en advertir sobre la difícil situación que se registra en esa jurisdicción fue el mandatario seccional, cuando en un categórico mensaje dirigido a los nariñenses solicitó que “apoyen a Ancuyá, el municipio está en un S.O.S. necesitamos hoy más que nunca toda la ayuda con apoyo humanitario.
La inclemencia del invierno ha ocasionado una crisis social y económica de tales proporciones, que algunas familias ya están pensando en trasladarse a otros municipios cercanos del occidente del departamento como Sandoná, Linares, La Florida e inclusive a la ciudad de Pasto porque no aguantan más el fuerte invierno.