Los niños empiezan a demostrar sus conocimientos y destrezas a temprana edad, desarrollan ciertas habilidades con ayuda de sus padres o cercanos. Su percepción del mundo cambia conforme interactúan con su entorno. Adquieren conocimientos a través del juego, de la lectura, de la música y de otras técnicas pedagógicas acordes para los infantes.
De un niño de tres años no suele esperarse que, por ejemplo, sepa alguna tabla de multiplicar. Mucho menos que memorice las capitales de ciertos territorios.
Es por ello que el caso de Kunwarpratap Singh es llamativo. No en vano su nombre se ha instalado en tres libros de récords. Y todo gracias a su memoria prodigiosa.
El niño que sabía demasiado
Kunwarpratap Singh es oriundo de la India. Con tres años y medio es uno de los ‘más consentidos’ de la clase. Y no tanto por su alegría o por su desempeño en las diversas dinámicas de aprendizaje –que también– como por sus conocimientos que, como mínimo, igualan los de un estudiante aplicado de bachillerato.
El pequeño Einstein, como le dicen, sabe las capitales de la gran mayoría de países del mundo. Se aprendió las tablas de multiplicar hasta el 40, además de conocer a profundidad los números primos.
Según reseñaron medios locales de la India, el conocimiento de Singh se debe a su extraordinaria memoria, pues, en términos generales, sus dotes están direccionados al aprendizaje de listados y la enumeración.
Gracias a esto el nombre de Singh se escribió en tres espacios de gloria: el Libro Asiático de los Récords, el Libro de récords de la India y el Libro internacional de récords (que no es el mismo Guinness).
Y las hazañas de este pequeño no se quedan ahí. Hace poco recibió el título de Gran Maestro tras recordar 27 monumentos en un minuto y hacer 14 tablas de multiplicar también en un minuto.
Singh también se ha destacado en el campo del lenguaje.
Es un lector voraz y puede pronunciar palabras extensas con total fluidez –como por ejemplo su nombre de pila–. Este 2021 se instauró en el listado de los 100 mejores niños de la India por el ‘Child Prodigy Magazine’.
La memoria de este pequeño Einstein no se centra de forma exclusiva en el conocimiento científico, geográfico o matemático. A su corta edad puede recordar conversaciones viejas, detalles anecdóticos antiguos y el orden de algunas calles de su vecindario, ubicado en la ciudad de Ludhiana.
Los padres de Singh les indicaron a los medios locales que sus vecinos “lo quieren mucho” porque recuerda sus nombres y suele saludarlos con amabilidad. El niño sigue acudiendo a su escuela con normalidad, aun cuando el pasado 28 de julio obtuvo su último gran récord, esta vez a nivel internacional, por leer 27 libros de cuentos para niños en menos de 24 minutos.
El pequeño Kunwarpratap Singh ya tiene su propio récord mundial.